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And Here's Lilly "In the Press"


"The Importance of Detail"

Liliana Wilkerson was portrayed in the Business Section describing her success due to her attention to detail.  In her striving for excellence, Lilly's touch in management adds the necessary ingredients for magnificent events.

La Opiñion Newspaper

La importancia del detalle
And Here's Lilly es una compañía de 'catering' que combina la sólida formación empresarial de su fundadora con un esmerado cuidado por cada pequeño aspecto del negocio
Carmina Ramírez,
 Reportera de Negocios

 

Conocer con exactitud cada detalle de una elegante cena es la especialidad de Liliana Wilkerson, una empresaria que por más de dos décadas se ha dedicado a organizar banquetes para una clientela que ha incluido a mandatarios, como los ex presidentes Clinton y Reagan, o la ex primera dama de Gran Bretaña Margaret Thatcher, entre otros.

Para Wilkerson, oriunda de Guatemala, introducirse a la industria del catering o servicio de comida para eventos especiales, fue una decisión casi accidental; nunca imaginó que se sentiría totalmente desocupada cuando sus hijos pasaran la adolescencia y empezaran sus vidas adultas.

Sin embargo, su regreso a la universidad --donde se tituló como gerente administrativa en el área de comida-- le dio la oportunidad de empezar de nuevo y, unos años después, de establecer su propia firma, a la que dio por nombre And Here's Lilly y por la cual fue nombrada empresaria del año 2000 en la categoría de compañía que factura menos de cinco millones de dólares al año.

"Nunca pensé llegar a tener mi propia empresa. Lo que más buscaba era tener una ocupación en un momento en que mis hijos ya casi terminaban con sus estudios universitarios. Toda mi vida me había dedicado a ellos y de pronto me pregunté: `¿Y ahora qué hago?'", recuerda Wilkerson.

Inquietud femenina

Esta pregunta se la formulan muchas mujeres que en algún momento de su vida deciden empezar su propio negocio. Muchas de ellas --alrededor de 3.5 millones-- aun con sus hijos menores de edad empiezan sus negocios desde casa trabajando a medio o a tiempo completo.

"Los impedimentos para muchas empresarias casi siempre son el financiamiento para sus negocios. Sin embargo, las mujeres, no importa en qué etapa de su vida estén, tienen una fuerza de voluntad muy grande y al darse cuenta que ésta es una forma de tener control, crece su interés por tener su propio negocio", comentó Elizabeth Reno, secretaria de la junta directiva de la Asociación Nacional de Mujeres Empresarias (NAWBO).

Irma Rodríguez, de la firma de investigación Data Trends, indicó que en un estudio realizado el año pasado por esta empresa se concluyó que el mayor obstáculo para la empresaria latina es el acceso a capital, pero también que su determinación por salir adelante es el factor más importante para obtener el éxito.

"Son mujeres muy optimistas y se refleja en su manera de pensar y de hacer negocios. Además, son personas que están presentes en sus compañías, encargándose directamente de sus empleados, eso las hace diferentes", dijo.

Por su parte, Helen Torres, directora ejecutiva de Hispanas Organizadas para la Igualdad Política (HOPE), comenta: "Los contratos y financiamiento siempre han sido obstáculos que la mujer ha enfrentado. Yo diría que la mujer latina ha tenido más éxito sirviendo a su propia comunidad y por esta razón no va en busca de contratos gubernamentales".

El estudio también indica que la mayoría de las latinas recurren a los bancos comerciales como recurso financiero. Sin embargo, sus propios ahorros, tarjetas de crédito y préstamos de familiares forman parte de su supervivencia y crecimiento, poniendo en riesgo su propio bienestar económico.

No obstante, su optimismo va muy lejos, puesto que el 73% de las empresarias latinas esperan un aumento en ventas y un 63% de ellas piensa contratar más empleados en los próximos dos años.

El estudio concluye que la mitad de las empresas latinas tuvieron ventas de menos de un millón de dólares. Una tercera parte entre uno y 10 millones anuales, y por último, una de cada 10 llegaba a entre 10 y 50 millones de dólares anuales.

Comienzos

Liliana Wilkerson empezó por ocupar su tiempo recomendando a sus amistades lugares para cenar.

De esta manera, se le ocurrió la idea de escribir reseñas de restaurantes en una pequeña publicación de la ciudad de Simi Valley, donde siempre ha residido. Conforme más conocía sobre los restaurantes y las comidas, su interés en esa industria crecía.

"Todo lo hacía como un pasatiempo. Después me dije a mí misma que debía regresar a la escuela y estudiar para conseguir un trabajo como gerente de un restaurante. Pensé que ir a un colegio antes que a una universidad era importante porque me daría disciplina", dice.

Sin duda, esta disciplina le ayudó a matricularse en la Universidad Cal Poly Pomona, uno de los pocos lugares donde se podía obtener el título de gerente administrativo en el área de comida. En total, fueron casi cinco años de estudio entre las dos instituciones educativas, además de largas noches sin dormir estudiando para los exámenes.

Su carrera profesional empezó poco antes de graduarse, ya que numerosas compañías contrataban a nuevos gerentes en la misma universidad.

"Empece a trabajar como gerente de restaurante. Viví todo tipo de situaciones como gerente, como empleada, y con los clientes. Rápidamente logré obtener otros trabajos en diferentes restaurantes. Llegué a pensar que lo sabía todo", sonríe.

Sin embargo, su conocimiento y valor aún se pusieron verdaderamente a prueba cuando llegó a la desaparecida corporación multimillonaria ARCO como directora ejecutiva de eventos especiales.

"Aquí fue donde conocí lo que llaman la América corporativa, y me di cuenta que tenía mucho por aprender. Tenía que seguir las reglas, poner atención y nunca olvidar que era una empleada. Si tenía ideas, era mejor me las guardara para mí", explicó Wilkerson, a quien no le importaba dormir por las noches en su centro de trabajo para poder asegurarse que el día siguiente todo saliera como estaba planeado.

En una ocasión, aprendió que descuidar un pequeño detalle le podía costar su puesto.

"Fue un banquete muy elegante y allí contrate a un chef, que ahora es considerado uno de los más importantes en el país y en el mundo. Cuando todo había terminado, el chef me exigió que le pagara por sus servicios. Le dije que no podía pues como a todo mundo, se le pagaría en dos semanas. Pero él insistió y me dijo que al día siguiente la recogería [su paga]. Entonces llamé a mi jefe, y me regañó muy fuerte, me dijo que yo sabía muy bien las reglas, y agregó que no me corría por todos los años que ya llevaba allí".

Su lección fue nunca olvidar los detalles, explicar las reglas de la corporación a cualquier persona que contratara y que si sólo un detalle se escapaba de las manos, podía costarme el trabajo.

Iniciativa

Desde ese momento, su actitud cambio. Por ejemplo, limpiar unas gotas de agua derramadas en el suelo significaba evitar un posible accidente y por consecuencia una demanda. Y a pesar que su lealtad hacia la compañía era muy fuerte, saber que ya estaba preparada para administrar su propia empresa la animó a hacer una propuesta.

"Pedí hablar con las personas más importantes de la compañía, sabía que tenía sólo unos 15 minutos para decirles lo que tenía en mente. Ellos escucharon. Por supuesto, yo sabía que ellos no querían escuchar quejas sino soluciones.

Lo que les planteé es que yo ya no quería trabajar con la otra compañía que habían contratado, para la que yo hacía de intermediaria. Les dije que yo quería ofrecer mis servicios exclusivamente a su compañía, que mantendría los mismos precios, pero que el servicio mejoraría ya que la otra compañía no estaba haciendo un buen trabajo", explicó.

Allí mismo se tomó la decisión y en dos semanas And Here's Lilly ya era una empresa. Poco tiempo después, su hija Charmaine --que estudiaba en la escuela de leyes-- decidió unirse al equipo.

"Desde entonces trabajamos juntas. Ella se ha encargado de ampliar el negocio, ya que después que ARCO cerró tuvimos que encontrar nuevos clientes y maneras de sobrevivir", señala Wilkerson.

Captar clientes

Encontrar nuevos clientes fue difícil y una de sus estrategias fue abrir una segunda compañía de entrega de comida. Sin embargo, los gastos sobrepasaban sus ganancias, por lo cual dejaron esa parte del negocio y se han dedicado exclusivamente a servicios de comida para eventos especiales.

Según la publicación FoodService Director Magazine, la industria de servicio de comida para eventos especiales ha visto un crecimiento del 39% en el estado de California, con un promedio de 1,776 dólares por evento.

En el sur de California, el crecimiento también ha sido notable, con eventos de gran magnitud como la Convención Demócrata el año pasado. Sin embargo, no todas las compañías, especialmente las pequeñas y medianas empresas, se benefician de esta tendencia.

Durante esta convención, el gobierno local trató de lograr un equilibrio entre las grandes y pequeñas empresas para que todas tuvieran la oportunidad de conseguir contratos con las firmas que visitaban la ciudad.

Se publicó un listado de negocios pequeños y medianos que ofrecían todo tipo de servicios, desde floristas hasta servicios de comida, y se repartieron a todos los visitantes que llegaban a Los Angeles. Desgraciadamente, muchos de estos establecimientos nunca recibieron una llamada y perdieron esa oportunidad de hacer negocio.

Por el contrario, Wilkerson tuvo un poco de suerte.

"A nosotros nos llamaron de Pacific Bell, y logramos obtener el contrato después de una presentación a la compañía. Llevamos chefs, meseros, e hicimos una demostración de nuestros servicios. Fue algo magnífico, pero una semana después de la convención llamé a por lo menos 70 establecimientos que estaban en el libro, y me enteré que sólo dos habían recibido una llamada, pero no habían conseguido nada. Al ver eso nos consideramos muy afortunados".

Miedo a la recesión

A pesar de que la situación actual de la compañía es estable, la economía del país y el estado podría ser una amenaza a su negocio.

"Si la economía no es buena, eso nos afecta directamente a nosotros, pues nuestro servicio es un lujo. Cuando no hay dinero, los lujos son los primeros en irse. Además, la mala economía siempre repercute en las empresas pequeñas".

No obstante, Liliana desea continuar trabajando al lado de su hija Charmaine, pues a pesar de toda la energía que requiere organizar banquetes de hasta tres mil invitados, tiene la determinación de dar el ejemplo de que hay mucho por hacer como profesional y como mujer después de haber criado a sus hijos.

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